Esta parte relativamente
amplia resulta realmente agradable.
Pasa al lado de una
zona de deportes y desde el camino uno casi puede olvidar que
todavía está en la Ciudad de las Luces.
El único pero
es el final del camino.
Al contemplar esta
curiosa estructura metálica, uno imagina que se trata
de la salida rumbo a la calle superior. Pero al llegar al pie
de esta columna, constata con decepción que una
reja prohibe utilizar la escalera.
Y el acceso al último
túnel también es prohibido.